Queridos lectores, hoy os traemos un nuevo diagnóstico, en este caso el del cáncer, una de las enfermedades crónicas más prevalentes e importantes a nivel mundial.
Las pruebas diagnósticas para el cáncer pueden variar según el tipo de cáncer
Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para buscar marcadores tumorales, como antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer de próstata, antígeno carcinoembrionario (CEA) para varios tipos de cáncer, CA-125 para cáncer de ovario, entre otros.
Biopsia: Una biopsia es el procedimiento más confiable para diagnosticar el cáncer. Implica tomar una muestra de tejido del área sospechosa y examinarla bajo un microscopio para detectar la presencia de células cancerosas.
Colonoscopia: Para la detección y diagnóstico del cáncer colorrectal, se realiza una colonoscopia, que permite a los médicos examinar el interior del colon y el recto en busca de pólipos o cáncer.
Mamografía: La mamografía es una radiografía de los senos utilizada para detectar cáncer de mama en sus etapas tempranas, cuando es más tratable.
Tomografía computarizada (TC): La TC es una prueba de imagen que se utiliza para detectar tumores, evaluar su tamaño y ubicación, y determinar si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Resonancia magnética (RM): La RM utiliza imanes y ondas de radio para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se puede usar para evaluar el cerebro, la médula espinal, los huesos y los tejidos blandos en busca de cáncer.
Tomografía por emisión de positrones (PET): La PET utiliza una sustancia radiactiva para mostrar áreas de actividad metabólica en el cuerpo. Se utiliza para determinar la extensión del cáncer y si se ha diseminado a otros órganos.
Citología: La citología implica el examen de células individuales para detectar anomalías que puedan indicar cáncer, como el frotis de Papanicolaou para el cáncer de cuello uterino.
Para más información:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4785485/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23659877/